Aquellos ojos tristes me miraron.
Lloraban.
Y ella temblaba.
-Es la sexta vez que me rompen el corazón
...supongo que me queda una última vida-
me dijo con ironía
mientras dibujaba, inconsciente,
una sonrisa fatídica
que terminó rompiéndose
en el suicidio más triste
que he conocido.
...
No sé si será verdad, si vivirá por séptima vez.
Pero su sonrisa
murió aquel día.
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