miércoles, 5 de agosto de 2020

Transformación



Sería insensato acostumbrarse a pisar tierra firme, 

pues en cualquier momento puede desaparecer. 

De la misma forma que sería incoherente desear retroceder, 

también lo sería intentar controlar aquello que, de manera natural e inquebrantable, 

escapa a nuestras manos. 

Llegar a comprender que nosotros elegimos la dirección

pero la vida se encarga de escoger por nosotros

el nivel de dificultad que debemos atravesar 

forma parte del viaje.

Para llegar primero hay que vencer. 

Para alcanzar aquello que aspiras 

primero hay que sentir cómo te falta el aire,

cómo el corazón martilla contra el pecho.

Debes sentir el vértigo ante el abismo que de repente se abre ante tus pies. 

Qué pasa cuando se apaga la estrella que te guía,

cuando el camino se bifurca

o la pendiente se hace eterna. 


Pasa que te estás acercando a un obstáculo del que nadie te había advertido,

que la vida te ha preparado.

Pasa que se acerca un cambio,

que estás a punto de crecer, solo que tú aún no lo sabes. 


Entonces el orden tornará en desorden

la estabilidad se desestabilizará

Y el dolor te inundará.

También forma parte del viaje.

Cuando llegues al final y mires hacia atrás lo sabrás.


Comprenderás que los cambios duelen porque quiebran todo cuanto dabas por sentado

pero también que del dolor nace la transformación. 


No es fácil. No es rápido. No intenter correr. No intentes bordear. 

Enfréntate a la piedra en el camino. Hazte con ella. En realidad está ahí invitándote a superarte.

No intentes cambiar cuanto no depende de ti

Céntrate en cambiar en ti cuanto necesites

Permite que tu interior evolucione. 


Acepta la agitación, solo así puedes comenzar a recomponer.

Asimila la incertidumbre, solo así conseguirás recuperar la estabilidad.

Continúa caminando. 

No busques un nuevo punto de referencia, constrúyelo tú mismo. 

Crea una nueva estrella que te guíe;

Serás tú, pero ya no serás el mismo. 

Dentro de ti tu fortaleza se ha expandido,

Has vencido al miedo,

Has crecido.


Todavía queda mucho camino, pero ahora ya puedes decir que has vencido. 

Cuando te gires y veas la piedra que un día te impedía el paso,

La recordarás con respeto,

Pero ahora estarás agradecido. 

Gracias a ella ahora tus pasos son más firmes. Más seguros. 

Gracias a ella ahora sabes que llegar al final del camino es importante,

Pero siempre y cuando hayas sabido alcanzar a través del recorrido

La mejor versión de ti mismo. 


Recuerda: 

La pérdida de equilibrio motivada por lo inesperado

Es la antesala del cambio

Y el cambio

Es el comienzo de tu evolución.