Hay miradas indecentes,
tranquilas,
frías.
Hay miradas alegres,
pesarosas,
sin vida.
Hay miradas que son verdad;
y otras que son mentira.
"Los ojos son el espejo del alma."
No pueden decir nada;
pero saben decirlo todo.
Hay rostros felices
con miradas tristes.
Hay rostros cálidos
con miradas heladas.
Todo lo demás puede ser un engaño,
pero los ojos nos delatan
para bien o para mal.
Por eso, como hago siempre,
lo primero en lo que me fijé de ti
fueron tus ojos.
Claros, transparentes,
como tú.
Salta a tu vista
que eres bueno.
Tus ojos te delatan dulcemente.
Y me cuentan que eres y estás libre
de falsedad
traición
o engaño.
Porque eres bueno.
Hay quien no sabe verlo, o interpretarlo;
o peor: hay quien no sabe valorarlo.
Porque en un mundo en el que reina la maldad,
la bondad parece haberse convertido en defecto.
Pero a ti eso te da igual.
No voy a decir que queden pocas personas así, como tú;
porque no sé siquiera si existieron algún día.
Lo único que diré es que existes,
y que yo te he encontrado.
Y eso, (lo) es todo.
No es que la bondad sea lo único,
pero sí es lo imprescindible.
Y es que todo lo demás también importa,
pero el pilar
es la bondad.